Escrito en ESTILO DE VIDA el 1/3/2025 · 20:18 hs Compraste algo que necesitabas o pediste un préstamo por una emergencia, pero por algún imprevisto no pudiste pagarlo en el tiempo acordado. Ahora intentas liquidar la deuda a tu propio ritmo, pero comienzas a recibir llamadas constantes, visitas inesperadas e incluso amenazas de un despacho de cobranza. Si te encuentras en esta situación, es importante que sepas cuáles son sus verdaderas facultades y qué derechos tienes como deudor. ¿Qué son los despachos de cobranza? Antes que nada, es importante entender qué son estos despachos y por qué pueden estar molestándote. De acuerdo con la PROFECO, un despacho de cobranza es: «Una persona física o moral, cualquier tercero o representante que realiza actos de cobranza de manera extrajudicial de los créditos, préstamos o financiamientos que otorgan las entidades comerciales.» En pocas palabras, son empresas contratadas por bancos, tiendas departamentales u otras entidades para recuperar el dinero de las deudas pendientes. Lo que los despachos de cobranza pueden y no pueden hacer Si ya tienes una deuda y has recibido visitas o llamadas donde te amenazan con enviarte a la cárcel, no te preocupes, esto es completamente ilegal. Según la PROFECO, un despacho de cobranza solo puede llamarte o acudir a tu domicilio de forma respetuosa y presentando pruebas de la deuda. Lo que no pueden hacer es lo siguiente: Contactar a personas distintas a ti, como familiares, amigos o compañeros de trabajo. Llamar o presentarse en un domicilio, número de teléfono o correo que no hayas proporcionado. Enviar cartas o mensajes a terceros informando sobre tu deuda. Usar lenguaje ofensivo, acosar, amenazar o intimidar a ti o a quienes te rodean. Pegar carteles o anuncios en lugares públicos o en el exterior de tu casa o trabajo mencionando tu deuda. Fingir ser una autoridad judicial, enviar documentos que aparenten ser escritos legales o simular demandas. Enviar correspondencia con leyendas visibles que indiquen que se trata de una cobranza. Hacer pública tu deuda a través de medios de comunicación. Recibir pagos directamente, ya que el dinero solo puede ser liquidado a la entidad con la que adquiriste la deuda. Usar números de teléfono que aparezcan como “no disponible”, “privado” u otras denominaciones que oculten su identidad. Si un despacho de cobranza está incumpliendo estas reglas, puedes denunciarlos ante la PROFECO. Conocer tus derechos te ayudará a evitar abusos y enfrentar tu deuda sin presiones indebidas. Navegación de entradas El curioso origen de la frase “romper el hielo”, ¡no es lo que pensabas! Leche Liconsa: estas personas pueden tramitar su tarjeta en marzo