Escrito en ESTILO DE VIDA el

Compraste algo que necesitabas o pediste un préstamo por una emergencia, pero por algún imprevisto no pudiste pagarlo en el tiempo acordado. Ahora intentas liquidar la deuda a tu propio ritmo, pero comienzas a recibir llamadas constantes, visitas inesperadas e incluso amenazas de un despacho de cobranza.

Si te encuentras en esta situación, es importante que sepas cuáles son sus verdaderas facultades y qué derechos tienes como deudor.

¿Qué son los despachos de cobranza?

Antes que nada, es importante entender qué son estos despachos y por qué pueden estar molestándote. De acuerdo con la PROFECO, un despacho de cobranza es:

«Una persona física o moral, cualquier tercero o representante que realiza actos de cobranza de manera extrajudicial de los créditos, préstamos o financiamientos que otorgan las entidades comerciales.»

En pocas palabras, son empresas contratadas por bancos, tiendas departamentales u otras entidades para recuperar el dinero de las deudas pendientes.

Lo que los despachos de cobranza pueden y no pueden hacer

Si ya tienes una deuda y has recibido visitas o llamadas donde te amenazan con enviarte a la cárcel, no te preocupes, esto es completamente ilegal. Según la PROFECO, un despacho de cobranza solo puede llamarte o acudir a tu domicilio de forma respetuosa y presentando pruebas de la deuda.

Lo que no pueden hacer es lo siguiente:

  • Contactar a personas distintas a ti, como familiares, amigos o compañeros de trabajo.
  • Llamar o presentarse en un domicilio, número de teléfono o correo que no hayas proporcionado.
  • Enviar cartas o mensajes a terceros informando sobre tu deuda.
  • Usar lenguaje ofensivo, acosar, amenazar o intimidar a ti o a quienes te rodean.
  • Pegar carteles o anuncios en lugares públicos o en el exterior de tu casa o trabajo mencionando tu deuda.
  • Fingir ser una autoridad judicial, enviar documentos que aparenten ser escritos legales o simular demandas.
  • Enviar correspondencia con leyendas visibles que indiquen que se trata de una cobranza.
  • Hacer pública tu deuda a través de medios de comunicación.
  • Recibir pagos directamente, ya que el dinero solo puede ser liquidado a la entidad con la que adquiriste la deuda.
  • Usar números de teléfono que aparezcan como “no disponible”, “privado” u otras denominaciones que oculten su identidad.

Si un despacho de cobranza está incumpliendo estas reglas, puedes denunciarlos ante la PROFECO. Conocer tus derechos te ayudará a evitar abusos y enfrentar tu deuda sin presiones indebidas.