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Eugene Shvidler es conocido a nivel internacional como destacado inversionista y hombre de negocios, además de filántropo, que se forjó a sí mismo tras emigrar de Rusia en la extinta Unión Soviética, a los Estados Unidos, en el año de 1989.

Estudió administración en la Universidad de Fordham y posteriormente construyó una destacada carrera en el mundo de los negocios pero, al mismo tiempo, mantenía una íntima relación con el arte.

Con el seudónimo de ES23, Eugene Shvidler se dedicó con pasión a una práctica artística que creció en la intimidad, y el anonimato, la cual resultó en las que fueron calificadas por la crítica como “impactantes obras de arte abstracto”, en las ferias y galerías de arte que albergaron su trabajo.

Durante el mes de marzo de 2024, la serie ‘100 Faces’, presentada por las galerías Kristy Stubbs y Yares Art en Beverly Hills, California, Estados Unidos, fue el debut oficial con el que ES23 finalizó con el anonimato.

“Uno de los nombres más poderosos de las finanzas internacionales, sacudió al ecosistema cultural”, señaló la crítica

Con su obra, compuesta de rostros estilizados, “cargados de emoción y color, a medio camino entre lo lúdico y lo espectral”, el artista evoca recuerdos íntimos, figuras religiosas, preceptores e incluso personas desconocidas, con quienes se cruzó en el camino.

El experto consultor internacional de arte, Sandy Heller, fue encargado del discurso curatorial de la exposición, donde reconoció el trabajo del creador:

“ES23 es una voz original y profundamente emocional”, aseguró

Biografía del artista

Eugene Shvidler o ES23, se vinculó con el arte durante la infancia que vivió en la Unión Soviética, en el seno de una familia cuyos padres, ambos matemáticos de profesión, cultivaban las sensibilidades estéticas.

Con diez años de edad, ingresó a una escuela de arte en Moscú y, a pesar de que la vida le condujo por otros caminos, jamás abandonó la fibra artística. Años después, en privado, encontró refugio en los pinceles y el color.

Esencialmente autodidacta, Shvidler trabajó con acrílico sobre lienzo y sin bocetos previos, pues «prefería dejar que la obra se revelara a sí misma, capa a capa, durante el proceso«.

Sin menospreciar su predilección característica de enfatizar en trazos geométricos, abstractos, así como en la memoria, y en la resiliencia emocional, además de la exploración intuitiva de la forma humana, el artista asume como sus influencias, los trabajos y obra desde Blinky Palermo hasta Bridget Riley, con inevitables guiños de Kandinsky.