No importa si es en México o del otro lado del mundo, la discriminación siempre se ve en muchas partes. Aunque en las noticias o en videos de redes sociales son los más notorios para alertar a la sociedad que algo todavía no cambia.

La tecnología revolucionó bastante en el mundo, pero ante este avance todavía se percibe la discriminación en algunas personas, uno de ellos impactó bastante que desgraciadamente un hombre perdió la vida, de ese caso nació un movimiento que se entremezcla con este libro.

‘No puedo respirar’

El 25 de mayo del 2020 George Floyd fue sometido por un policía de tez blanca. Al ser sometido en el piso, Floyd repitió más de veinte veces que no podía respirar. Floyd era un afroamericano.

Ante esa frase, muchas personas la utilizaron como un grito de basta al racismo y a través de ella se creó el movimiento de protesta “Black Lives Matter” y así detener el racismo que todavía existe en Estados Unidos y el mundo.

Porque no nada más es el grito de los afroamericanos, también el de los migrantes centroamericanos, quienes pierden la vida al tratar de llegar a México y tener una nueva oportunidad.

Este 23 de julio, una mujer llamada Symone Massey, de 36 años, fue asesinada en su propia casa por un policía blanco tras sentirse amenazado por una olla de agua hirviendo. Previamente, Symone había llamado al 911 para denunciar a un intruso en su casa.

Es así como L. M. Oliveira expresa que hay un problema con la idea de igualdad, porque no muchos se preguntan ¿qué es realmente la igualdad moral?, ¿queremos igualdad o equidad?

Entendiendo la igualdad

Hablar de igualdad es muy cercano a Oliveira, porque no nada más es escritor, es filósofo y da clases de ética. Uno de los temas con el que inicia es con el de “Igualdad Moral”, de lo que trata este libro.

En entrevista con Radio Fórmula, Oliveira acepta que mientras en clases se entiende muy bien el tema y persiste en el alumnado, al salir a la calle los conceptos “no los entendemos igual y eso nos lleva a un desencuentro”.

“Los conceptos que vamos a usar primero nos pongamos de acuerdo que vamos a entender por ellos y en ese sentido, el libro funciona para eso, defender una idea de igualdad que nos permita saber de qué hablamos al tocar temas como igualdad de género o equidad”, explica.

El autor señala que en la academia “depuran los conceptos” para que cuando se utilicen no estén dando vueltas al pleito conceptual.

“La gente no académica no tiene ninguna obligación de conocer los conceptos como los manejamos en la academia, entonces yo no podría pensar que si la gente se refiere a la igualdad o equidad de la manera en la que se refiere sea una distorsión, sino es un uso que le dan de sus contextos”.

Aunque la gran interrogante en el libro, el cual escribió Oliveira, es ¿por qué somos iguales?

“No podemos partir del supuesto, simplemente suponer que basta con estipular o decir que somos iguales, sino que creo que debemos ir un paso atrás y tratar de explicar por qué somos iguales”.

“Ese es un vacío que hay en la sociedad mexicana, que tenemos una educación ética y civil muy débil y eso tiene consecuencias de cómo nos relacionamos los unos con los otros, cómo debatimos, escogemos, quién nos va a gobernar, qué leyes pasamos”, explica.

Por lo cual la “pobreza de la democracia es producto de la pobreza de la educación”, es así como el libro trata de dar a entender a las personas lo que es la igualdad básica.

“Las personas tienen la capacidad de inventar su vida, pero un día la persona se voltea y se pregunta ¿quién soy yo? Esa respuesta no te la da el espejo, te la dan, en algún sentido, los demás, pero otra muy importante y central en la vida de las personas es el relato que hacemos de nuestra propia vida”.

“La igualdad es, así como todos tenemos capacidad de contar nuestro relato, también todos deberíamos de tener la capacidad de construir el relato que queremos y es ahí donde la igualdad se vuelve igual”, finaliza.