Valle de Bravo, el municipio del Estado de México famoso por su turismo, está en “crisis’ por el agua, pues sus cuencas se están secando. Sin embargo, a la par disfrutan las personas con alto nivel adquisitivo de lagos privados en la zona.

Pero este no es un problema que ocurrió de la noche a la mañana, ya que desde el año 2000 se registró en el municipio mexiquense un acelerado ritmo de urbanización y crecimiento demográfico.

Crédito: Reuters

Además, por sus condiciones atmosféricas se ha constituido como un importante centro de actividad turística del Estado de México.

Pero, lo que antes era una presa atractiva para pasar el fin de semana, se ha convertido “en barro seco y agrietado”.

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De acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Reuters, la presa se encuentra a menos del 32 por ciento de su capacidad, lo cual es un mínimo histórico.

La presa de Valle de Bravo alimenta el Sistema Cutzamala, una red de infraestructura a dos horas de distancia de la capital que es la fuente de agua para unos seis millones de personas en la Ciudad de México y sus alrededores.

La periodista de Radio Fórmula, Laura Cardoso, detalló que en el Sistema Cutzamala continúa en descenso del nivel de agua en las presas de Villa Victoria y Valle de Bravo. Y aunque en la presa de Villa Victoria no hay cambios -se mantiene al 30 por ciento de su capacidad- en el caso de la presa de Valle de Bravo pasó de 32 por ciento a 31.4 por ciento. 

«A eso hay que agregar que 75.4 por ciento del territorio nacional tiene algún grado de sequía», aseveró.

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Lagos privados de Valle de Bravo

Reuters detalla que en Valle de Bravo hay cientos de lagos y presas artificiales, “incluido algunos que no tienen otro propósito que el de mejorar la estética, en las extensas propiedades amuralladas que pertenecen al nivel superior de la sociedad mexicana den toda la zona”.

“Como muchos que ganan dinero con el turismo, los ingresos (de un comerciante) han disminuido considerablemente debido a que los niveles de la presa son demasiado bajos para llevar diariamente a los turistas a practicar esquí náutico o incluso pescar, lo que solía sustentar a su familia”, indica la agencia.

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Claro ejemplo se da en el manantial natural El Crustel–una importante fuente de agua potable- y en estos días tiene la mitad del caudal que tenía hace 40 años.

«Ojalá (los lagos privados) no existieran», dijo Eduardo Maza, miembro de la organización local Comunidades Organizadas por el Agua (COA).

«Pero si existen, que sea de la manera adecuada y bien hecho, y sin perjudicar a los demás», agregó el activista.

Y cuando se gestionan responsablemente, estos pueden aumentar la biodiversidad al atraer aves y animales.

Ante esto, la presidenta municipal de Valle de Bravo, Michelle Núñez, aseguró que es difícil calcular el impacto que estos cuerpos de agua privados tienen sobre los recursos de Valle de Bravo.

Además, detalló que no existen permisos para que operen estos cuerpos de agua y aseguró que los propietarios de lagos privados deben someterse a inspecciones para demostrar que están captando agua de lluvia y no desviando ilegalmente fuentes locales.

«Es muy egoísta de esas personas el tener esos lagos en esos niveles, cuando hay familias que dependen al 100 por ciento de ese ingreso y se está viendo sumamente afectado», afirmó Núñez.

Causas de la escasez de agua

Pero no es sólo eso, ya que algunos otros factores que contribuyen a la escasez de agua que se vive en la Zona Metropolitana se debe a las pocas lluvias, la deforestación ha drenado los ríos, arroyos y cascadas locales que conducen a la presa.

Así lo indica Jorge Ramíres Zierold, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien detalló que las precipitaciones somete a la presa de Valle de Bravo a una “presión insostenible, con un déficit del 12.8 por ciento al año pasado, durante las condiciones de sequía provocadas por el fenómeno climático La Niña”._Con información de Reuters.