La felicidad de los menores no debe de ser interrumpida. La única tarea que tienen es convertirse en humanos y salir adelante, pero en muchas casas del país no llega a ser así.

El abuso sexual infantil es un problema que hay en México y ante ello la escritora Dafna Viniegra platica su experiencia, pues en su libro ‘Sanar para crecer y trascender’ se abre por completo a todos los lectores para que conozcan su historia.

En estas páginas, Dafne se confiesa y a través de ello utiliza su propia experiencia para contar lo que es el verdadero abuso sexual infantil y así prevenirlo, para que, en un futuro, este libro sirva de prevención a quien lo tenga y lo lea.

Sanar y crecer para trascender

Son duros los capítulos que hay en el libro, pues uno se adentra a la vida por la cual pasó Dafne Viniegra, autora del libro “Sanar y crecer para trascender” (Aguilar) y con ello muestra cómo por su vida a sentir dolor, miedo, ternura e incluso el infierno de sexualidad perversa, abandono y humillación.

Pero no nada más tiene texto, también lo ilustra la conductora Natalia Téllez, que incluso escribe el prólogo de su mejor amiga.

Es así como ambas mujeres brindan una reflexión y buscan impedir el abuso sexual infantil, además de evitar que los menores crezcan con las cicatrices del maltrato y violencia.

“Es mi vida y son mis secretos más oscuros”

Que una autora muestre cómo es y escriba sobre sí misma y además haga detalles de los momentos por los cuales vivió un gran trauma, es desnudarse a todo el público.

Es ahí donde el texto brinda esa relevancia y se vuelve muy sincero, pues un tema tan delicado como ese no nada más muestra que hay una problemática, también brinda las opciones de lo que uno debe evitar si se encuentra en una situación de abuso.

“El libro es una catarsis literaria para sanar el alma herida, después de varios abusos sexuales de la infancia, y aquí estamos, listas”, menciona.

Dafna Viniegra confesó a Radio Fórmula que el libro es de todas y de todos, porque “es un problema social tan, desgraciadamente, permeado y normalizado, que es lo peor del caso, que necesitamos toda la fuerza social y toda la contención de todos para poder salir adelante, porque es muy duro como de poco en poco, de generación tras generación se va normalizando y la gente se va acostumbrando”.

Y aunque las personas creen que ya lo superaron, van por la vida con un hueco enorme que afecta la autoestima y voluntad.

En pocas palabras, Dafna señala que el abuso sexual roba la inocencia que “de poco en poco si es bien cuidada y contenida y acaba siendo una autoestima íntegra, pero si vives situaciones de adulto, no das chance a que esta inocencia madure en una autoestima estable y concisa”.

Dafna señaló que la necesidad fue la que la acompañó para sanar su alma herida, pues al momento de convertirse en mamá empezó a recordar los traumas y mientras tanto, la gente pone etiquetas e incluso había algunas situaciones que ni siquiera las tenía contempladas.

Hasta el momento que su hija cumplió 5 años, ahí fue donde saltó la emoción del recuerdo, pues a esa edad fue en la que Dafne tuvo su primer abuso y, al recordar eso, se peleaba con todo el mundo.

Al pasar por muerte de sus familiares y ante sus problemas, trató de contenerse y mantenerse en una armadura, pero sabía que tarde o temprano explotaría por tanta cosa. Hasta que, en ese momento, su esposo le comentó por qué no lo escribía.

En las páginas inicia con la historia de su abuela, tan unida a ella que decidió colocar la historia de cómo fue que llegó a México, después de la guerra, y le platicó de los trenes y los baños de vapor de los nazis.

“Siempre lo tuve muy integrado en mi ser, para bien y para mal, porque también es un trauma tremendo. Toda la parte de las cargas energéticas de los ancestros si vienen con consanguinidad, si las traes”, comentó.

Su relación con Natalia Téllez es desde antes de que naciera, su hermana Artemisa fue quien salvó a Dafna de su locura en la infancia.

“Eran los momentos donde realmente yo podía hacer niña y podía jugar con ella y tenía estos espacios seguros en su casa, su mamá fue como si fuese mi madre, la presentaba como mi segunda madre”.

En una Navidad se juntó con Natalia y Dafna estaba terminando el libro. En un momento comenzó a dibujar con sus hijos hasta que se le ocurrió que le hiciera los dibujos más relevantes del texto, “ahí empezó esta parte de involucrarla y fue bellísimo porque no hay personas que me conozcan más que Artemisa y Natalia”.

El libro va para estas personas que como Dafna “no se saben estar de manera cómoda y tranquila por la vida”.

“Si sientes que tienes dentro como una lástima grande, pero no la tienes identificada y reaccionas sin saber por qué ante algunos detonadores, mejor que se den la oportunidad de entrar a su corazón y recordarse en esos momentos dolorosos, porque el cuerpo lleva la cuenta y te lo va a cobrar tarde o temprano”, finalizó.