La migración es una constante en el mundo. Durante años, las personas se han movido a través de los continentes y a pesar de que muchos lo ven, hoy en día, como nuevo, es algo que siempre ha estado en la vida de todos.

Por eso, Ana Saiz considera que hoy en día es un tema complejo de abordar, razón por la cual organizó un conjunto de artículos de especialistas para formar el libro y dar a entender la historia de la migración en México.

Vidas desplazadas

A través de una visión global, el libro pone en el reflector a México como un país de origen, tránsito, destino y retorno. Donde cada uno de los artículos analizan cuestiones específicas y muestran varias fallas de oportunidades que tiene el sistema de gestión de población en México y que a su vez hay un impacto en la vida cotidiana.

En el libro uno podrá comprender que las políticas migratorias “no obedecen a la realidad de un mundo globalizado ni las necesidades de los mercados laborales o a la economía, ni tampoco a la realidad demográfica del Norte Global”.

Es aquí donde uno encuentra que el miedo, discriminación o prejuicios son determinantes y por lo cual, el libro trata de darle una visión distinta a las migraciones.

Para entender sobre lo que sucede en México de Migración

La migración se observa en dos formas: desde la información que brindan los medios y los textos académicos. Mientras que uno muestra lo más coyuntural, el otro hace un completo análisis y problemas complejos sobre el tema.

Con ello, Ana Saiz, coordinadora del libro (también con un artículo escrito en el libro) “Vidas Desplazadas. Historia de la migración en México” (Debate) confesó en entrevista a Radio Fórmula que este es un libro para poner a disposición a cualquier persona interesada, en este conjunto de ensayos, pueda tomar y leer para entender de lo que sucede en la actualidad.

El proyecto tardó dos años en finalizarse y tuvieron que poner una pausa para poder publicarlo, porque entre más investigaban salían más cosas. Aun así, para Ana fue complejo llegar a un ámbito “en donde el derecho no funciona igual que en otras materias: es más arbitrario, es más incierto y eso me hizo acercarme a estas personas que llevan décadas estudiando cuestiones puntuales de migración”.

En el libro uno también podrá entender cómo funciona la dinámica de la frontera norte, de México, con la de Estados Unidos. Hay otro tema en cuestión enfocado con el tema de mujeres migrantes que se encuentran ahí desde hace tres décadas.

“Rompemos muchos mitos de la presencia en las personas africanas es nueva, y vemos que ahí están los registros o podemos entender lo que ha generado esta rigidización de la migración, que ha roto los ciclos circulares”.

Como estos ciclos se volvieron imposibles, hubo personas que llamaron a sus familiares para que vengan al país y así no tener que estar preocupado.

Otro de los temas que uno podrá encontrar en el libro es sobre la xenofobia y racismo y cómo afecta las políticas migratorias e incluso también puede ver el sistema de asilo para entender por qué unos son refugiados y otros migrantes.

Solo que uno de los retos más importantes fue que tuvieron que resumir tres décadas de trabajo en veinte cuartillas, que no es un reto menor.

El libro es una manera de entender lo que pasa, no nada más en la frontera, también en transcurso de la migración y en la coyuntura de la elección, de Estados Unidos.

  • “Por qué se da un motín en una estación migratoria o cuáles son las razones de que la gente no pueda volver de nuevo a sus lugares de origen”.

“El libro, a pesar de que el reto fue ponerle un punto y finalizarlo, las autoras y autores dejamos los elementos para comprender lo nuevo que vaya pasando, porque es una mirada de largo plazo. No es lo que pasó la semana pasada en la frontera, es lo que sucedió hace tres décadas y eso me da a entender lo que pueda pasar en la elección”, señala.

Con esta demostración hay una lógica por todo lo que ha pasado anteriormente y eso es gracias a los estudios que mantienen la información para poder entender no nada más el pasado, sino por qué se realizan estas acciones para después comprender el futuro.

Con respecto al gran tránsito de migrantes que hay en la Ciudad de México y en otros lugares de la República, Ana menciona que en su capítulo lo aborda como de una manera metafórica y dice que el país está lleno de diferentes muros que tratan de contener la migración, sin lograrlo.

“Se obliga a la gente con un muro burocrático a permanecer en ciertas ciudades, como en Tapachula y es parte de la política esta dilación”. Además de que hay muros de discriminación o xenofobia donde a la gente le impide poder conseguir un trabajo bien pagado o con la posibilidad de vivienda.

El tránsito de migrantes en la ciudad viene por épocas y a pesar de que hay “personas entrampadas”, no se pueden clasificar porque cada uno tiene distintos intereses.

“La ley no funciona para todos, pasa por criterios hasta raciales y podemos comprender un poco más, empatizar y ver en nuestro ámbito qué se puede hacer porque la gran política nacional es difícil que vaya a cambiar ahorita, es un componente del capitalismo y más grande, pero hay buenas prácticas a nivel ciudad”.

Los americanos que viven en México

A pesar de que muchos estadounidenses viven en la Ciudad de México, Tijuana es una de las ciudades en donde viven y cruzan para ir a trabajar a San Diego.

Ana explica que esto es por los índices inflacionarios, el costo de vivienda y ya tiene desde hace años, donde ya hay fraccionamientos de personas estadounidenses.

Si uno platica con las personas que cruzan, muchos son americanos, que van a trabajar a Estados Unidos y regresan a México.

De igual forma, Ana explica que esto es un efecto de la globalización, porque las distancias se acortan y las posibilidades del trabajo remoto potencializaron esta migración.

Lo que preocupa mucho es que no se hayan hecho políticas para que esto no afecte a las poblaciones originales de los barrios y ciudades.

“Si hubiera ciertas compensaciones fiscales o la Profeco estuviera ahí presente, viendo que no suban los precios porque esto afecta la inflación y el poder adquisitivo de todas las personas que viven ahí”.

Esto no es nuevo. Ha pasado en otras partes del mundo, por lo cual han tratado de regular las políticas fiscales que puedan compensar esta situación.

“No nos podemos negar a ver a nuestras familias. Todas nuestras familias tienen historias de migración, ya sea Estados Unidos, internas, es muy difícil que aquí haya nacido mis abuelos, bisabuelos, es imposible y basta con voltear un poco más y mirar con un poco de atención, más allá de la crisis y del caos”.