El Jueves Santo se despliega en el horizonte, tejiendo una atmósfera de devoción en las calles de Azcapotzalco y Miguel Hidalgo. Es una tradición arraigada entre las familias católicas realizar la visita de las Siete Casas, un ritual que invita a meditar sobre los siete momentos cruciales de la pasión de Jesucristo. El aire se impregna con el aroma de manzanilla llama a los fieles a iniciar su peregrinación. Nos adentramos en un mundo de reverencia y solemnidad mientras nos preparamos para recorrer las iglesias que marcan este camino espiritual. Primera Parada: Parroquia del Pronto Socorro en Popotla El viaje comienza en la Parroquia del Pronto Socorro, en la colonia Popotla. A pesar de la hora temprana, la concurrencia de los fieles se hace sentir, mezclado con los aromas tentadores de las pepitas, sopes y gorditas de nata que se venden en los puestos de comida cercanos. La iglesia, aunque cerrada por la temprana hora, se erige como un símbolo de la fe arraigada en esta comunidad ancestral. Pronto Socorro en Popotla / Foto: Raymundo Rangel Segunda Parada: Parroquia de la Inmaculada Concepción en Clavería La Parroquia de la Inmaculada Concepción en Clavería nos recibe con su imponente presencia barroca. Entre el bullicio del mercado cercano, el olor tentador de los tacos al pastor y el atole con churros nos envuelve mientras nos sumergimos en la contemplación de Jesús en casa de Caifás, enfrentando las falsas acusaciones y el desprecio. Parroquia de la Inmaculada Concepción / Foto: Raymundo Rangel Tercera parada: Iglesia de Santa Lucía en Azcapotzalco Continuamos nuestro peregrinaje después de salir de nuestro empleo, hacia la Capilla de Nuestra Señora de la Concepción en Santa Lucía Tomatlan, un pequeño barrio en Azcapotzalco. Aquí, entre los muros de una capilla del siglo XVII, nos sumergimos en la historia de este lugar de abundancia de tomates. El aroma de tacos de suadero, de tripas y elote asado se mezcla con el incienso, creando una experiencia única. Santa Lucía, en el barrio de Azcapotzalco / Foto: Raymundo Rangel Cuarta Parada: Catedral de Azcapotzalco La majestuosa Catedral de Azcapotzalco, también conocida como la Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, nos acoge con sus puertas abiertas. Aquí, entre la multitud de fieles y el olor a incienso, reflexionamos sobre el juicio de Pilato y la condena de Jesús a muerte. Los vendedores ambulantes ofrecen globos, elotes y cirios, creando un ambiente de fervor y devoción. Representación en Azcapotzalco / Foto: Raymundo Rangel Quinta Parada: Capilla de Nuestra Señora de la Concepción La quinta parada nos lleva a visitar la Capilla de Nuestra Señora de la Concepción, aquí los fieles leían la quinta casa, donde Herodes se burla de Jesús y lo viste con una túnica blanca. Aquí, entre las paredes de esta iglesia escondida, sentimos la presencia de la fe que ha perdurado a lo largo de los siglos. Sin duda, apenas perceptible a simple vista pero con un encanto barroco innegable, se encontraba la capilla. Quienes se congregaban allí eran en su mayoría personas de edad avanzada, con escasos jóvenes entre ellos. Todos compartían un mismo gesto de oración y súplica, sus miradas reflejaban una profunda fe y un corazón rebosante de devoción. Las celebraciones por Semana Santa ya iniciaron / Foto: Raymundo Rangel Sexta Parada: Parroquia San Lucas Evangelista en San Lucas Llegamos a la Parroquia San Lucas Evangelista en San Lucas, colonia El Recreo, según la sexta parada de Jesús, es donde Pilato reconoce la inocencia de Cristo pero claudica ante las presiones de la multitud. El aroma a humo y el bullicio de la gente nos rodea mientras nos sumergimos en la meditación de este momento crucial en la historia de la fe cristiana. En los alrededores del templo, se mezclaban imágenes de la Virgen y de Jesús, libros de oraciones y palmas. La escena se caracterizaba por la presencia de puestos de comida que ofrecían sus tentadores manjares. Los aromas de la comida, del incienso y el ruido de la gente creaban una atmósfera única, donde las risas y la seriedad convergían en un solo espacio. Un actor interpreta a un soldado romano / Foto: Raymundo Rangel Séptima Parada: Santa Cruz Acayucan Concluimos nuestro recorrido en la Iglesia de Santa Cruz Acayucan, donde Jesús es sepultado en el Santo Sepulcro. Aquí presenciamos una dramatización de la vida de Jesús, una representación impresionante que involucra soldados vestidos al estilo romano, organizada por la Familia Romero, efectos de fuego y aire, niños emocionados y hasta algunos perros curiosos que se entrometen en la actuación. Se escucha el momento en que un soldado intenta apresar a Jesús y le cortan la oreja, a lo que el actor que interpreta a Jesús responde con las palabras: «Vuelve a poner tu espada en su sitio, porque todos los que toman la espada perecerán a espada. Vuelve a poner tu espada en su sitio», mientras el soldado caído grita por su oreja perdida. Iglesia Santa Cruz Acayucan / Foto: Raymundo Rangel Al final, el actor que personifica a Jesús es apresado, preparándose para participar en el viacrucis que se llevará a cabo mañana. La Visita de las siete casas es una tradición que busca reflexionar sobre siete momentos cruciales de la vida de Jesucristo. Su propósito, según los católicos, es agradecer por el don de la Eucaristía y el Sacerdocio instituido en aquel Jueves Santo, así como acompañar a Jesús en sus momentos de soledad y sufrimiento en el Huerto de Getsemaní, durante los juicios ante Anás, Caifás, Herodes y Pilato, y finalmente en el Calvario y en el silencio del sepulcro. Navegación de entradas Ana Saiz destapa la realidad de la migración que hay en México Protomartyr: Así se ve el mundo después de los 40 y de una pandemia